he hecho esta maquina
  • touchdesigner
  • 2022
  • El mundo parece cada vez girar más rápido,cada vez ser más basto y frio, cada vez es más complicado encontrarnos por completo en algo. Viviendo en un entorno así, a veces el “ser” es una presión terrible que no nos deja respirar, a veces parecería hasta deseable la idea de poder delegar nuestra voluntad, nuestro sentir, para no tener que sentir ese frio nunca más.

    Esta pieza interactiva explora la estetización de esta idea casi distópica, trata de imaginar cómo sería transmitir mis entrañas, mi propio ser, lo que me hace humano a una maquina DIY.

    El contexto hiperacelerado y globalizado que nos a tocado vivir hace más notar el poco valor de nuestra voluntad individual, en relación con los macroentornos de los que formamos parte.

    El ser capaces de saber al instante que esta pasando en todo el mundo a la vez nos hace insignificantes en un mar de movimientos incontrolables y parece diluir as bases profundamente antropocéntricas sobre las que basamos nuestro entendimiento del mundo desde el establecimiento del marco moderno de pensmiento .Los grandes algoritmos que superan nuestra comprensión son un ejemplo de como los sistemas se mueven con vida propia fuera de nuestro control.

    Quizás nuestra cosmovisión occidental individualista nos obliga luchar contra una corriente contra la que es imposible combatir, la propia egolatría de nuestra visión del mundo y nuestra idea del libre albedrío choca con la realidad palpable frustrándolos por nuestra propia incapacidad.

    ¿Podría acabar con mi propio sufrimiento cediéndole mis sentir a una máquina, así como ya le he cedido parte de mi forma de percibir el mundo?.

    Esta pregunta cuasi distópica es en la que recae todo el peso de la pieza. El método empleado para formalizar la instalación pretende ser consecuente con la idea presentada en su titulo,por esto hay un intento consciente de hacer que fuera lo mas procedural posible, es decir que en la medida de lo posible, todo este creado por el propio ordenador dándole instrucciones matemáticas.

    Para cumplir esta máxima se generó una imagen a través de la inteligencia artificial pitty5 guiándola con parámetros de texto relacionados con las ideas de la pieza, tras varios intentos descartados finalmente conseguir una imagen satisfactoria en relación a la estética necesaria.

    Esta imagen obtenida por la inteligencia artificial es convertida a un espacio 3D y posteriormente animada mediante instancias usando el software touchdesigner para ser reactiva a los imputs que el ordenador recibe desde un sensor Kinect que reconoce la profundidad, las caras su expresión y los movimientos del cuerpo. Haciendo así que el ordenador nos reconozca, procese la información y reaccione.